La CFO de Huawei, Meng Wanzhou, vivió una situación muy complicada cuando fue detenida en Canadá hace tres años, aunque al final las negociaciones llegaron a buen puerto y la ejecutiva fue liberada el pasado año. Obvia decir que fue recibida con los brazos abiertos, no es para menos, ya que más allá del importante puesto que ostenta en la compañía hay que recordar que es la hija del fundador de Huawei, Ren Zhengfei.
Desde Reuters han confirmado que Meng Wanzhou se ha convertido en la presidenta temporal de la compañía, un cargo que se ostenta de forma rotativa y que ejercerá durante un periodo de seis meses. Cuando pasen esos seis meses, el turno de presidente rotativo le tocará a otro de los ejecutivos que tiene derecho a ello. Como presidenta de Huawei, Meng Wanzhou encabezará la junta directiva, aunque no se ha especificado cuándo dará comienzo su mandato.
Los otros dos presidentes rotativos de Huawei son Eric Xu y Ken Hu, dos figuras muy importantes en el gigante chino que compartirán la posición de presidente con Meng Wanzhou siguiendo ese esquema rotatorio cada seis meses. Según un portavoz de Huawei:
«La compañía está optimizando y refinando su estructura de gobierno interno para asegurarse de que la empresa esté construida para durar. La junta de supervisión es responsable de la supervivencia, el desarrollo y las perspectivas a largo plazo de la compañía».
Como recordarán nuestros lectores habituales, Meng Wanzhou, que es conocida también por Sabrina, su nombre occidental, fue acusada de haber violado las sanciones impuestas por Estados Unidos a Irán ya que, en teoría, habría intentado vender equipamiento tecnológico a empresas que estaban vinculadas al gobierno de aquel país.
Esas acusaciones tuvieron consecuencias que fueron más allá de la detención de la ejecutiva, y derivaron en sanciones importantes a Huawei que, al final, acabaron afectando notablemente a su unidad de negocio móvil. Su impacto fue tan grande que la compañía china se cayó de la lista de los mayores vendedores de smartphones a nivel internacional.
Al final, fue posible llegar a un acuerdo con la fiscalía de Estados Unidos, y esto hizo que la hija del fundador de Huawei pudiera regresar a China y que no fuese extraditada a Estados Unidos.
