Agler está liderando un esfuerzo internacional para eliminar un problema que no debería existir: las enfermedades tropicales desatendidas (NTD, por sus siglas en inglés). Su organización se ha centrado en cinco afecciones debilitantes y, a veces, fatales, que incluyen la oncocercosis y las lombrices intestinales, que son totalmente prevenibles y tratables, pero que aún afectan a más de 1500 millones de personas en todo el mundo. NTD es un nombre poco apropiado, señala Agler. No son las enfermedades las que se descuidan, sino las personas que las padecen.
The End Fund trabaja con ONG, gobiernos y filántropos privados para dirigir recursos y coordinar sus esfuerzos. Este enfoque ha funcionado de maravilla: entre 2012 y 2018, dio como resultado más de 724 millones de tratamientos y la capacitación de 1,8 millones de trabajadores de la salud.
En abril, End Fund recibió más de $50 millones de donantes como parte de Audacious Project, una iniciativa filantrópica que respalda a las organizaciones que abordan los problemas más apremiantes del mundo. El dinero ayudará a acelerar la eliminación de las lombrices intestinales en cuatro países africanos. Eso brindará a las poblaciones vulnerables, que se pierden la escuela, el trabajo y otros eventos de la vida cuando sufren de gusanos, una oportunidad de prosperar.
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