Antes de cumplir 22 años, Daniel ya tenía su propia línea de mezcal orgánico, una marca de ropa de artistas mexicanos, una asociación para universitarios, una sociedad de producción agrícola rural, una agencia de mercadotecnia y tecnología y otra para el entrenamiento de personalidades.
Y no sólo eso, el emprendedor también es conocido por ser el coach transformacional más joven de México.
Desde pequeño, Daniel supo que quería hacer cosas que lo apasionaran, pero no sólo para crear riqueza económica, sino para inspirar y crear un cambio en su entorno social.
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