Un cajero automático es un lugar recurrido por los clientes de los bancos, pero también es un lugar donde ladrones están al acecho de tu dinero, ya sea con un robo o con métodos sofisticados para extraer los datos de tu cuenta y cometer un fraude.
Estas son algunas recomendaciones para evitar caer en una trampa por la que te quiten tu dinero.
Cambia tu número PIN con cierta regularidad. Lo ideal es hacerlo cada 6 meses o menos y que los dígitos no estén relacionados contigo, como tu fecha de cumpleaños.
Coloca una mano por encima del teclado cuando ingreses tu número PIN con la otra.
Verifica que la ranura para ingresar la tarjeta esté perfectamente sujeta a la esctructura y no se pueda sacar o remover.
Revisa el aspecto del cajero. Si notas alguna otra alteración, cosas que parezcan superpuestas o que normalmente no veas en otros, evita su uso y, de ser posible, repórtalo al banco.
Evita utilizar cajeros automáticos en lugares poco iluminados, muy concurridos o muy aislados, especialmente de noche.
Evita utilizarlos si alrededor o dentro de la cabina se nota la presencia de individuos sospechosos.
Trata de llegar al cajero con tu tarjeta en mano, evitando tiempo y distracción para sacarla y realizar la operación, pues ello implica mayor riesgo.
Recuerda que un banco nunca te solicita ingresar información confidencial por medio de letreros en los cajeros.
No aceptes ayuda de otra persona si el cajero que usas presenta fallas; cancela la operación y retírate.
No permitas que nadie te distraiga mientras te encuentras realizando tus transacciones.
