Si algo caracteriza a la comunidad de usuarios de Linux, es la perdida de la memoria. Para quienes tenemos mucho tiempo instalando distros con casi la misma frecuencia con la que cambiamos de ropa interior, la mayoría de las preguntas que hace un usuario novato pueden parecer completamente tontas, y muchos tienen la nada bonita costumbre de señalarlo. Parece que nadie recuerda sus primeros días, días que en una enorme cantidad fueron pasados junto a Ubuntu, una distribución más que emblemática que algunos disfrutan destruyendo con sus comentarios para ponerse la camiseta del hipster de Linux, que defiende a capa y espada su distro actual y reniega de todas las demás, como si eso tuviese un mínimo de sentido.
Afortunadamente, la comunidad es grande, y no todos los usuarios se comportan de esa despreciable manera. La parte más importante de adquirir conocimiento es la necesidad de compartirlo. Compartirlo con el que no sabe y el que pide ayuda, no solo ir por ahí pavoneándose para que todos sepan que sabes, pero nadie sepa nada gracias a ti.
En todos los años que tengo usando Linux, y escribiendo sobre Linux, siempre he intentado ser lo más amigable posible cuando explico cualquier cosa, de explicar con el lenguaje más sencillo, intentando evitar dar por sentado que los usuarios conocen el paso 1, solo porque para mi ya es natural. Escribir a prueba de novatos, y ponerme en el lugar del que no sabe nada, que está poniendo sus pies en la alfombra de bienvenida y que busca una mano amiga que lo guíe un poco en su nueva aventura. Para esos usuarios primerizos, que están pensando instalar su primer Linux, que lo hicieron hace poco o que aún no entienden del todo en que se metieron, he aquí una pequeña guía de consejos a considerar.
JUEGA
Asumiendo que ya te tomaste el tiempo de investigar cual era la mejor distribución para ti, y ahora estás dentro de un sistema operativo que parece ser completamente diferente a lo que estabas acostumbrado, la mejor actitud que puedes tomar es la más relajada y empezar a presionar botones como niño con juguete nuevo. Para aprender, hay que hacer. Haz clic por todos lados, pregúntate para que sirve cada cosa, ejecuta todas las aplicaciones, usa el sistema y descubre lo que te gusta y lo que no.
El objetivo del juego es lograr ejecutar una tarea de la manera más eficiente posible, como estabas acostumbrado a hacerlo en tu anterior sistema, para lograrlo tal vez necesites pasar un par de pruebas, y a medida que vayas realizando más cosas, vas subiendo de nivel.
PREGUNTA
Una de las mejores profesoras que tuve en la universidad, siempre solía decir: «es mejor hacer preguntas tontas, que ser un tonto por no preguntar». No importa cuan tonta parezca la pregunta, hazla. A un amigo, a un conocido que sepa, o la todopoderosa Internet. A veces hacer preguntas en las comunidades puede resultar una experiencia amarga, puede que alguien realmente te llame tonto por preguntar, pero obviamente el tonto es esa persona.
Puede que alguien no te responda y en su lugar te acuse de haber elegido la distribución equivocada y que si instalas su religión en tu disco duro, no tendrías ningún problema. Pero, también es posible, muy posible que alguien te ayude, que consigas la respuesta a tu pregunta, y que aprendas algo nuevo en el proceso, lo cual es una experiencia realmente satisfactoria.
LEE
Aquel que pretende que un sistema realice todo el trabajo por el, merece un futuro apocalíptico en el que los humanos seamos reemplazados por iPods gigantes. Para aprender hay que leer. No importa si estas usando Linux, Mac, Windows o un ábaco; si quieres aprovechar lo mejor posible los recursos que te ofrece tu sistema operativo, tienes que leer. El conocimiento está afuera esperando por ti.
No es necesario que leas 5 wikis o 10 PDFs de 100 páginas inmediatamente luego de la instalación, solo investiga un poco sobre ese programa que necesitas, como se instala, que alternativas tienes, cual ha sido la experiencia de otros. Poco a poco le vas a tomar el gusto. Si ocurre un problema, intenta resolverlo, si los tontos pudieron, tu también, solo tienes que leer. P
LA TERMINAL ES TU AMIGA
A los novatos no les gusta la terminal, y a muchos veteranos tampoco. Algunos pasan años usando Linux, y ni así se aprenden dos o tres comandos básicos. La terminal puede ayudarte a resolver muchos problemas, es mucho más eficiente para instalar y desinstalar paquetes, si la usas con frecuencia puedes llegar a entenderlo y tomarle cariño.
Sea como sea, no tienes que aprender comandos, en muchos sitios explican como instalar cosas o resolver problemas y todo lo que tienes que hacer es un bonito copy-paste en tu terminal. En distros como Ubuntu te puedes pasar la vida sin usar la terminal nunca, si no quieres. Pero mi recomendación es que no sientas aversión por ella, pues puede ayudarte más de lo que te imaginas. Tener una referencia a la manos para ciertos comandos y revisarla puede ser útil, si no quieres o te cuesta aprender este tipo de cosas. Nadie te va a regañar por copiarte.
TEN PACIENCIA
Si algo nos han enseñado las leyes de Murphy, es que todo lo que está bien puede ir mal, y lo que está mal puede ir peor. Si algo es casi completamente seguro, es que te vas a encontrar con problemas en el camino. Puede que tonterías fáciles de solucionar, y puede que problemas complejos que te den ganas de tirar la toalla, así que la paciencia es indispensable. Si preguntar y leer no te ayudan, no te culpo si decides abandonar Linux, pero es probable que regreses.
EVALUA TU RELACIÓN CON WINDOWS
La enorme mayoría de los usuarios que llegan a Linux, vienen de pasar toda su vida usando Windows, es un hecho. Tratar de convencer a alguien de que se pase a Linux hablando mal de Windows, es la práctica de los que no saben nada sobre Linux… o sobre la vida. Primero, es una falacia destacar los defectos de algo cuando intentas venderme otra cosa. Lo correcto es resaltar las ventajas de lo que promueves, no arrojar basura a las demás alternativas, eso se lo dejamos a los políticos.
Si tienes años usando Windows, tu mente ya se acostumbró a su funcionamiento, y por mucho tiempo te vas a encontrar intentando hacer las cosas de la misma manera aunque ahora estés frente a una herramienta diferente. No intentes hacerlo todo como si estuvieses en Windows, Linux es diferente y funciona diferente, la buena noticia es que para la mayoría de las cosas hay soluciones, el software tiene alternativas decentes, y en algunos casos hasta mejores. Si es tu primera vez con Linux, o la segunda o la tercera, tal vez quieras pensarlo dos veces antes de mandar a Windows por el retrete, personalmente recomiendo instalaciones dual boot, para que de esta manera la transición sea más suave, y de hecho usar los dos sistemas al mismo tiempo puede darte mejor perspectiva de como funcionan las cosas en cada uno, y al final del día decidir cual se ajusta mejor a tus necesidades, sin quedar atrapado en uno u otro.
PRUEBA MÁS DE UNA DISTRIBUCIÓN
Esto puede ser un consejo y a la vez una predicción de lo que pasará luego de que pruebes Linux en tu máquina por primera vez. La realidad es que existen muchísimas distros, y que todas son diferentes. Incluso en sistemas derivados de otros que parecen muy similares en la superficie, por debajo del telón hay muchos detalles que las diferencian. Si tienes una mala experiencia con una distribución, no te rindas y digas que «Linux es malo», «Linux no sirve». La compatibilidad del hardware siempre ha sido un problema en Linux porque los fabricantes no dan el mismo soporte que a Windows, ya que no es negocio para ellos. Pero la comunidad hace un gran esfuerzo por dar soporte a todos los equipos, y si en la distro A no te funcionaba el bluetooth, tal vez en la distro B sí. Además, en la variedad está el gusto, y si algo sobra en Linux son alternativas.
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