La digitalización y las nuevas tecnologías han transformado desde hace varias décadas la forma en la que se experimenta el mundo laboral. Sumado a esto, la pandemia, el trabajo desde casa, y las adecuaciones a la nueva normalidad crean un contexto en el que la capacidad de adaptación, entre otras habilidades, juegan un papel muy importante para destacar y alcanzar el éxito. Debido a esto, Nora Taboada, coach ejecutiva y fundadora de AFE-Liderazgo Consciente, compartió cinco habilidades para destacar en el mundo laboral de hoy en día. “Actualmente, el estar conectados y el saber utilizar los medios digitales es imprescindible para mantenernos comunicados con compañeros de trabajo, jefes, estar al tanto de proyectos, etcétera. Esto resultó especialmente útil durante los momentos más complicados de la pandemia, en los que las videollamadas, mensajes por aplicaciones y correos se transformaron en la forma principal de operar de las empresas. Para algunas, esto siguió su curso con el establecimiento permanente del teletrabajo, para otras, sirvió para finalmente dejar atrás procesos obsoletos y renovarse”, explicó Taboada. De hecho, ya en 2021, al menos seis de cada 10 empresas se plantearon el mantener el esquema de trabajo desde casa, y el 40% de estas estimó que entre 26 y 50% de su fuerza laboral continuaría con esa modalidad pasada la pandemia, esto debido a una observación en el aumento de productividad, sumado al ahorro del presupuesto para oficinas, de acuerdo con un estudio de la empresa consultora KPMG. Las condiciones vaticinan que la tendencia de esta modalidad se mantendrá al alza. Pero el mundo de hoy no sólo impulsa el desarrollo tecnológico y digital, también llevó a trabajadores, emprendedores, CEOs, y a directores y directoras, al desarrollo de ciertas habilidades para salir adelante y destacar. Algunas más conocidas que otras, y otras, más valoradas hoy que nunca, pese a que siempre han estado ahí. A continuación se desglosan. Resiliencia: La resiliencia puede definirse como la habilidad para sobreponerse, reaccionar y actuar ante una situación de cambio súbito o de fracaso. Cuando se posee, se aprende a ver las dificultades como desafíos, existe un compromiso marcado por hacer las cosas lo mejor posible, y se desarrolla un control personal, que se relaciona con soltar el control de las situaciones que no pueden cambiarse para evitar cargas importantes de estrés, de acuerdo con las investigaciones de la doctora Suzanne C. Kobasa, de la Universidad de Chicago. Bienestar emocional: Investigadores de la Psicología Positiva descubrieron que el bienestar emocional es la clave para el adecuado desenvolvimiento de las personas en sus relaciones y en el trabajo, ya que si este no existe, difícilmente existirá capacidad de concentración y motivación. Para conseguirlo, es importante desarrollar agilidad emocional, lo cual puede lograrse actuando con base en los valores personales, con adaptabilidad al cambio, aprendiendo a fluir, a desengancharse de las emociones negativas fomentando la auto observación, y aceptando los propios sentimientos, pero sin identificarse con ellos. Automotivación y autonomía: Los proyectos y metas a largo plazo solo pueden sostenerse con motivación y una pasión marcada por las labores que se realizan. Esta motivación y pasión no son inertes, ni se mantienen estables en el tiempo sin ninguna variable. Deben trabajarse y fomentarse para que el interés y la energía de estos proyectos se mantenga pese a la adversidad. Para lograrlo, diversos autores recomiendan fomentar la autonomía y la capacidad de tomar decisiones durante el trabajo o proyectos, capacidad para imprimir el sello personal y mostrar al mundo las habilidades personales o expertise, así como tener claro el propósito del proyecto. En este último ámbito, siempre representa ser más significativo el saber que nuestro trabajo impactará de forma positiva a los demás. Time management (gestión del tiempo): “Se trata de aprovechar el tiempo en las actividades que agregan más valor a largo plazo. Esto con la finalidad de que el tiempo no te controle, es decir, que no tengas la agenda repleta de compromisos, que más que ayudarte a sacar el trabajo, te bloquearán y volverán menos eficiente. La clave es dedicar mayor tiempo a las actividades más grandes, pesadas o importantes y dejar algo de tiempo para atender actividades menores, que también son importantes”, recomendó Taboada. Deep work (trabajo profundo): Esta es considerada una habilidad para el alto desempeño, y se trata de laborar con atención enfocada en la que se concentran las habilidades cognitivas con resultados que van más allá de la excelencia. Este nivel de concentración también lleva al “flow”, que es ese momento de productividad en el que se olvida el paso del tiempo y se disfruta de aquello que se realiza. De esta manera, el nivel creativo y productivo es mayor, lo cual es esencial para destacar en el competitivo mundo laboral de hoy.
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