A Melvin Escobar, un joven oriundo de Soyapango, El Salvador, le tomó solo una semana para comenzar a imaginar que llegaría a administrar varios negocios. Ahora, 11 años después, tiene varias empresas y da trabajo a más de 300 personas.
La cochera de la casa de la abuela sirvió para que Melvin comenzara a lavar carros. “Yo planificaba, hice mi propio plan de negocios e imaginaba en grande pero no se lo conté a nadie, solo a mi papá porque en las colonias populosas la gente se ríe de uno. Me decían que estaba loco”.
Aunque soñaba en grande, él no imaginó que en cinco años, con la ayuda de su hermano como socio, y dedicado totalmente al negocio de aires acondicionados, abriría una sucursal de su empresa Euroaire en Guatemala.
Tiene a su cargo también las empresas: Constructora Deportiva y Eurosoccer.
“Yo soy el principal testigo que pese a las condiciones de nuestro querido El Salvador, sí se puede salir adelante y progresar con mucho trabajo, esfuerzo, sacrificio, pero, sobre todo, con mucha fe en Dios”, enfatizó el autor del libro “El loco emprendedor” donde cuenta su historia.
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