Heredó de su madre y su abuela la pasión por la gastronomía y con tenacidad y esfuerzo ha logrado levantar una empresa que le ha costado años de trabajo. Uno de sus objetivos fue llevar a cabo una “cruzada” chocolatera por casi toda Europa y Japón terminándola con éxito.
Es investigadora y seductora del arte culinario, ha llevado por más de 15 años el estandarte del cacao venezolano por todo el mundo. Ardua labor que hoy día ve exitosamente reflejada en su taller de bombones 100% artesanales llamado “Kakao”: una vidriera gastronómica-cultural la cual es punto de referencia en la capital caraqueña.
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