“Hola mi gente bonita, bienvenidos a mi cocina”. Así empieza Angela sus videos. Vestida con un mandil y colocada delante de una pared de madera pintada de blanco sobre la que cuelgan algunas cerámicas, Angela no tiene electrodomésticos modernos, ni los necesita. Frente a ella, un metate, un comal y varias cazuelas metálicas esmaltadas, de las que usaban nuestras abuelas son todo lo que tiene para cocinar. No le hace falta más.
Sus videos son auténticos. Igual que ella y su cocina. Grabados desde su rancho, Angela da de comer a los pollos, corta hojas para preparar las corundas o muestra un tecolote que le acaba de traer su hijo del campo. Angela habla sin guión, sin prisa, con claridad y como si estuviese enseñando a una nieta o a un nieto a cocinar. Mientras ella prepara la comida, se escucha de fondo el ruido de la leña arder y el canto de los pájaros.
De Doña Angela sabemos que vive en un rancho en Michoacán, y que tiene un canal de videos en YouTube llamado “De mi rancho a tu cocina” que se abrió en agosto de este año. A pesar de la competencia por la cantidad de canales de video de cocina, ella ya tiene cerca del millón de suscriptores y sus videos han acumulado más de ocho millones de reproducciones.
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