El artista Alberto Cerriteño nunca se imaginó trabajando en una compañía de tecnología. Su sueño era ser ilustrador.
Después de estudiar diseño gráfico en la universidad y trabajar en una compañía de diseño web en México, Alberto se mudó a los Estados Unidos para cumplir otro sueño, trabajar como ilustrador de manera independiente.
Cuando llegó a Portland, Alberto empezó una carrera adicional diseñando instalaciones interactivas en varios museos como hobby. Gracias a la tecnología, sus trabajos empezaron a tomar vida y su arte a crecer, llamándole la atención a Microsoft en su trayecto para encontrar a gente con experiencias diversas para desarrollar Kinnect de Xbox.
Al principio, Alberto no estaba seguro sobre la oferta de Microsoft, pensando que era solo una compañía de desarrolladores. Después de aprender sobre la tecnología que estaba desarrollando Microsoft, Alberto se quedó impresionado y tomó el trabajo.
