Microsoft y Amazon han vuelto al ring para pelear por otro gran contrato con el gobierno federal de Estados Unidos. Este tipo de acuerdos son multimillonarios y está en juego la supremacía de los servicios de computación en nube empresariales.
¿Recuerdas el proyecto Enterprise Defense Infrastructure – JEDI? Microsoft ganó un contrato del Departamento de Defensa para crear servicios en la nube en programas militares que bajo la capacidad de Azure y sus tecnologías de Inteligencia Artificial estaba valorado en 10.000 millones de dólares.
El contrato salió a la luz envuelto en la polémica. Por un lado, un grupo de empleados de Microsoft expresaron su descontento en una carta abierta ante lo que consideran una «peligrosa alianza entre la industria tecnológica privada, actualmente en posesión de grandes cantidades de datos personales confidenciales recabados de personas de todo el mundo, y el ejército de un país”, en medio de un debate más general de si las grandes tecnológicas deben participar en programas militares ofensivos especialmente los relacionados con IA, reconocimiento, aprendizaje automático y armas autónomas.
JEDI también fue polémico en su adjudicación. Amazon se quejó amargamente, demandó judicialmente al Departamento de Defensa, pidió que el propio Donald Trump declarase en la investigación ante las sospechas de animadversión a Jeff Bezos, y finalmente consiguió que un juez paralizase el proyecto y se iniciase una investigación interna en el Pentágono. Finalmente, el proyecto fue cancelado y se transformará en un nuevo concurso para ser multicloud.
Microsoft y Amazon: nueva batalla
Hablamos de JEDI porque se ha conocido otro nuevo contrato que dará que hablar. Se trata de un programa de la Agencia de Seguridad Nacional valorado en 10.000 millones de dólares y concedido a Amazon para trasladar a la nube parte de la infraestructura de servidores locales de NSA, la agencia más poderosa del mundo.
La NSA está aplicando una «Iniciativa de Computación Híbrida» para cumplir con sus requisitos de procesamiento y análisis y, al mismo tiempo, conservar los datos de inteligencia bajo control. AWS ya tiene múltiples contratos gubernamentales, pero Microsoft y su Azure se mostraron como un competidor formidable en el caso de JEDI.
Y ahora le toca a Microsoft quejarse. Medios estadounidenses explican que Microsoft ha emitido una protesta formal ante la Oficina de Responsabilidad del Gobierno en la que argumenta que no se ha realizado una evaluación adecuada al considerar el proveedor de servicios para este proyecto de nombre en código ‘WildandStormy’. Un portavoz de la NSA confirmó la concesión a Amazon y el recurso de Microsoft: «La Agencia responderá a la protesta de acuerdo con las regulaciones federales correspondientes».
Gran pelea la que se avecina. Y es que este tipo de contratos de computación en nube son multimillonarios. El año pasado, la CIA dividió su contrato de Commercial Cloud Enterprise (Microsoft, Amazon, Google, Oracle e IBM) entre cinco empresas seguramente para evitarse problemas. La decisión de la GAO debe tomarse el 29 de octubre y tomar un camino similar al del proyecto JEDI.
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