El trabajo híbrido es el futuro del trabajo. Las personas quieren mayor flexibilidad y un modelo de trabajo mixto que les otorgue libertad para trabajar cuándo y dónde les resulte más cómodo, así lo reveló el primer Informe de Tendencias Laborales anual, realizado por Microsoft. De acuerdo con este estudio, en México el 81% de los trabajadores quiere que se mantengan las opciones de trabajo remoto flexible, el 75% quiere tener más tiempo en persona con su equipo después de la pandemia y es más probable que el 68% de los líderes de negocio planee rediseñar el espacio de oficina para el trabajo híbrido.
Además, el 46% de los trabajadores aseguró que es probable se muden a una nueva ubicación durante el próximo año ya que ahora pueden trabajar de manera remota; mientras que el 38% dijo que es probable que considere dejar a su empleador este año. Este estudio también destacó que en nuestro país el 34% de los trabajadores se siente con exceso de trabajo, el 28% se encuentra agotados y 24% siente que hay poca empatía por parte de la empresa sobre el balance entre el trabajo y la vida personal.
El trabajo en casa también ha apoyado en estimular la productividad y el bienestar entre los empleados, el 23% de ellos afirmó que incluso se puede apreciar mayor cercanía con sus compañeros de trabajo pues ha conocido a sus mascotas y 28% ha conocido a sus familias de manera virtual, mientras que el 19% ha expresado abiertamente sus sentimientos; además, el 44% mencionó que ahora es menos probable que se sienta avergonzado cuando su vida familiar aparece en el trabajo, en comparación con el año pasado.
Sobrecarga digital El trabajo híbrido puede ofrecer un futuro que la gente quiere, pero es necesario que comencemos a pensar en los nuevos desafíos que esto puede traer y ajustemos lo necesario para ofrecer un entorno saludable y productivo. Conforme avanzamos en esta gran transición como sociedad, el establecer medidas como descansos entre reuniones ayudará a reducir la sobrecarga digital y, a su vez, creará mejores resultados y un entorno de trabajo más saludable para la gente y las organizaciones en los próximos años.
Con esto en mente, el Laboratorio Human Factors de Microsoft condujo un estudio sobre ondas cerebrales, que confirma que gran parte de esa sobrecarga digital se debe a las reuniones consecutivas sin descansos, las cuales son estresantes y afectan nuestra capacidad de concentración y participación. Sin embargo, la investigación también presenta un remedio sencillo: descansos cortos para recargar energías o simplemente hacer una transición más apacible de reunión a reunión.
A continuación, los principales aprendizajes de este reciente estudio:
Los descansos entre las reuniones permiten al cerebro “restablecerse”, lo que reduce la acumulación de estrés en las reuniones. Como se ha observado en estudios anteriores, en dos horas de reuniones consecutivas, la actividad promedio de las ondas beta (relacionadas con el estrés) aumenta al paso del tiempo. Sin embargo, cuando a los participantes del estudio se les dio la oportunidad de meditar durante los descansos, la actividad beta disminuyó, lo que generó un “restablecimiento” que permitió que los participantes comenzaran su siguiente reunión en un estado más relajado. También permitió que el nivel promedio de ondas beta se mantuviera estable a lo largo de las cuatro reuniones, sin acumulación de estrés incluso mientras éstas continuaban. El antídoto contra la fatiga por reuniones es sencillo: tomar descansos cortos.
Las reuniones consecutivas pueden reducir la capacidad de concentración y participación. Cuando los participantes tomaron descansos con meditación, los patrones de ondas cerebrales mostraron niveles positivos de asimetría alfa frontal, lo que se relaciona con una mayor participación durante la reunión. Sin descansos, los niveles fueron negativos, lo que sugiere que los participantes estaban retraídos y participaban menos durante la reunión. Esto demuestra que cuando el cerebro experimenta estrés, es más difícil mantenerse concentrado y participativo. En resumen, los descansos no solo mejoran nuestro bienestar, sino también nuestra capacidad de hacer un buen trabajo.
Las transiciones entre reuniones consecutivas elevan el estrés. Respecto a los participantes que no tuvieron descansos, los investigadores también observaron que el periodo de transición entre las llamadas ocasionaba que la actividad beta, o los niveles de estrés, se elevaran. Eso puede deberse a que se acerca el final de la reunión, pero sabes que tienes otra inmediatamente después, y tendrás que hablar sobre algo diferente y utilizar el cerebro para concentrarte en otra cosa. En esos participantes, la actividad de las ondas beta se volvieron a disparar cuando inició la nueva reunión. En contraste, cuando las personas tomar descansos con meditación, el aumento de la actividad beta disminuyó entre cada reunión, y el aumento al inicio de la siguiente reunión fue mucho más lento y gradual. Es decir, los descansos, aún los cortos, son importantes para que la transición de una reunión a otra sea menos estresante.
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